viernes, 6 de septiembre de 2013

En Bruselas se vislumbra al Apartheid

En 1913 los colonos europeos en Sudáfrica instauraron la Ley de la tierra de los nativos, donde básicamente se les arrebataban sus tierras y se creaban los “homelands”, lugares donde hacinaban a los nativos y los condenaban a la pobreza. Eliminar su propiedad privada, además de otras medidas que se instauraron contra ellos (imposibilidad de estudiar, de crear una empresa, de aprender un oficio…), erradicaba toda la opción de prosperar económicamente. Los colonos europeos observaron que los negros nativos evolucionaban económica y personalmente conforme desarrollaban la agricultura, como era lógico. Para los colonos suponía un problema esta mínima evolución económica de los nativos, debido a que requerían su mano de obra para la explotación de las minas de oro y diamantes, mano de obra que no iban a obtener a los precios que proponían si no empobrecían radicalmente a la población negra. Así, el objetivo de las medidas que instauraron los colonos fue empobrecer a los nativos de tal forma que se lanzaran a trabajar a las minas casi a cualquier precio. Bien, pues entre 1911 y 1921 el sueldo medio en la minería en Sudáfrica se redujo un 30%, y 40 años después seguían un 12% más bajo que en 1911, teniendo en cuenta que este país tuvo un crecimiento económico estable durante este período. Gracias a ello Sudáfrica llegó a ser el país más desigual del mundo.



Esto nos deja varios matices y conclusiones para analizar la situación económica actual:

Está claro que además del dato de crecimiento de la producción industrial, de las exportaciones, del crecimiento de la inflación y de variables económicas lejos del día a día y del entendimiento de la población, deberíamos empezar a fijarnos en variables mucho más relevantes para medir la calidad de vida de un país. Hablamos de medidas de desigualdad, de bienestar, de empleo, de igualdad de oportunidades, de discriminación racial y sexual, de analfabetismo,  de integración, de natalidad y mortandad o de conciliación familiar. Medidas que pasan siempre de largo y que nunca se presentan como las realmente importantes, quizá no interesen políticamente.

Recientemente la Comisión Europea (avalada por el FMI) lanzó una recomendación a España, dentro de su desarrollo agresivo de políticas neoliberales. El consejo, sin el más mínimo fundamento teórico, es una bajada directa y adicional en los sueldos del 10%.  Rebaja que se supone se aplicaría a los pacientes empleados públicos y a los empleados de las pymes españolas (99% sobre el total de empresas) que tienen la suerte de mantener aún su trabajo. Rebaja del 10% que deberíamos sumar a las desaparecidas pagas extras, a las inexistentes horas extras, a las rebajas ya pactadas estos años atrás, a los ERE que se traducen en menos sueldo neto, al cambio de empleo aceptando menor sueldo, a las no actualizaciones del IPC en los salarios y a la generalizada inestabilidad laboral que existe, y que también se traduce en una mayor incertidumbre, una peor expectativa, una menor inversión y un casi nulo consumo interno. Cuesta creer que el consejo haya salido de alguien con alguna mínima noción de economía, ya no digo del Fondo Monetario Internacional…

Si en la historia Sudafricana del Apartheid cambiamos “colonos europeos” por “grandes capitales” y “población nativa negra” por “obreros y empleados” encontramos un relato que no difiere tanto de las medidas y recomendaciones que nos llegan impuestas desde Bruselas. 


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2 comentarios:

  1. Muy buena entrada, me ha hecho pensar mucho. Como asusta la situación que estamos viviendo.

    ALF

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  2. Ciertamente hay paralelismos que dan que pensar, son otros tiempos y otras circunstancias, pero al final la esencia del problema y la injusticia parece repetirse a lo largo de la historia.

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